PARTE 2
Bienvenidos a mi blog personal y a esta partecita de mi vida, una segunda parte que quiero contarte y la Madre quiere que sepas. La madre celestial está siempre en nuestras vidas, ella es la energía de creación absoluta, la creadora de un todo, ella que fue vista y caracterizada por las diferentes miradas, de esta u otra manera siempre es presente. Todas sus advocaciones y apariciones son especialmente caratuladas por los corazones puros que la nombran. Cada una de sus figuras imita una frecuencia diferente, un estado de conciencia diferente, con colores y palabras diferentes, aunque el mensaje es siempre el mismo.
“EL AMOR ES EL CENTRO DE TODO Y TU ERES EL AMOR”
Después de un tiempo recorrido en mi niñez descubriendo a la Madre Celestial a través del catolicismo, tomé mi primera comunión y la confirmación, mis hermanas también continuaron el legado familiar, recuerdo que mi papá nos acompañaba con cariño, él también sentía llamados fuertes que hoy supongo que nacían de la incertidumbre del camino de su vida, sumada a la influencia de la abuela que basaba toda su fé en Dios. A pesar de todo nunca me sentí realmente conectada con las enseñanzas que nos ofrecían y mucho menos comprendía las razones de la vida para no darme las respuestas que esperaba cuando las cosas no salían bien, desde peque cuestionaba con fuerza lo que no comprendía con claridad, o como yo esperaba. Cada vez que tenía que confesarme sentía que estaba delante de una situación siniestra e inexplicable casi sin sentido. Ya cercana a mi edad de juventud sentía un enojo muy profundo con la religión y la vida en general. Mi realidad no era nada fácil, estaba buscando una guía, un aporte del mundo espiritual para comprender de qué se trataba la vida.
Una invitación me llevó a un retiro espiritual que ofrecía la iglesia católica para jóvenes con dudas, o más bien para seguir comprometiéndose con el guía que ellos ofrecen, y aunque no creía una sola palabra de todo lo que se hablaba, en el fondo sentía paz solo por sentir que estaba buscando mi Norte. Ese encuentro era de frecuencia total y absolutamente Mariana, todo se basaba en el amor y la entrega desde la compasión y el servicio desinteresado, estábamos en un monasterio lejos de los ruidos, impecable, lleno de silencios, las actividades comenzaban muy temprano y todas eran en absoluto silencio hasta llegar a la reunión de grupo donde se impartieron temas profundos, los guías eran jóvenes preparados para acompañarnos con mucho fervor, eran líderes muy jóvenes, hoy se que hacian una hermosa labor de canal.
En un momento de esos intensos , el instructor al ver mi resistencia a todo, me preguntó;
¿Cómo podés estar tan enojada llamándote Ana Maria?, ¿Qué parte de vos estás negando?, esas dos preguntas quedaron en mi dando vueltas por mucho tiempo, cada vez que volvían, algo se abría delante de mí .
Recorda tu escencia , Ana ,la madre de toda las madres, Maria y hoy diria Maria Magdalena se unieron para guiarme hacia el amor mas puro y verdaro , que es el amor hacia mi misma y a toda la humanidad .
A veces necesitamos estar en el centro de nuestra tormenta para saber lo valiosa y amora que es nuestra Divinidad maestra...
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