
La Luz Angelical de Emmanuel: Un Niño Arco Iris
Quiero comenzar agradeciendo a Emmanuel por llegar a mi vida con su luz angelical. Emmanuel es un niño arco iris de pura cepa, y su presencia nos recuerda la pureza y la sabiduría innata de los seres más jóvenes y sensibles de nuestro planeta. Su amor por la naturaleza y su conexión con los animales nos enseñan lecciones profundas sobre la empatía y la conciencia ambiental.
Los Animales Pudieran Hablar, ¿Qué Nos Dirían?
Hola! 😊 Mi nombre es Emmanuel, tengo 10 años (casi 11) y nací y vivo en Chubut, Patagonia. Desde muy chiquito me gusta aprender sobre los animales y las especies que viven en distintas partes del planeta. Cuando sea grande me gustaría ser biólogo. Como vivo cerca del mar, conozco de cerca a varias especies acuáticas.
Hasta ahora nunca fui a un acuario a ver el “show” de orcas y delfines, porque prefiero verlos en libertad. Siento que ellos en esos estanques deben decir: “Miren humanos, así no nos tienen que tratar. Acá no tenemos espacio para ser felices, porque el mar entero es nuestro hogar”.
Yo prefiero visitar a los delfines en Puerto Pirámides, porque cuando me ven se acercan, es como que me sonríen, se alegran y me acompañan. Siento que me dicen: “¡Qué lindo es verte! El mar es para todos, aunque somos diferentes podemos compartirlo”.
Mis preferidas en todo el mundo son las Ballenas Francas Australes. Ellas son inmensas y pacíficas. Dan tranquilidad cuando están cerca. A mí me gusta escucharlas respirar, eso es relajante… Y cuando exhalan el aire forman corazones de gotitas de mar. Son gotitas de amor, siento yo. Como si nos dijeran: “Tenemos que querernos entre todos. No destruir la tierra en que vivimos, ni contaminar el mar”. Porque todos somos necesarios, por eso estamos acá en un mismo planeta. Muchos formamos UNO.
Yo siento que los animales sí pueden hablar. Solamente hay que querer escucharlos, porque nos hablan con el corazón y los sentimientos. Los animales se comunican de una manera con los de su misma especie, pero todas las especies, también los humanos, podemos entendernos con el corazón ❤ ️~~~❤️.
Emmanuel nos muestra con su ejemplo que los nuevos seres sensibles que llegan a la Tierra, como los niños arco iris, traen consigo una conexión profunda con la naturaleza y una sabiduría innata. Estos niños nos enseñan a abrir nuestros corazones y a escuchar de manera más intuitiva, recordándonos que somos parte de un todo mayor.
Desde una perspectiva cuántica y evolutiva, estos nuevos seres nos invitan a reconocer la interconexión entre todos los seres vivos y nuestro entorno. Nos llaman a vivir en armonía con la Tierra y a ser conscientes de nuestras acciones. La filosofía cuántica nos dice que todo está interconectado en un vasto campo de energía, y que nuestras intenciones y acciones afectan este campo.
Al integrar esta filosofía en nuestras vidas, podemos aprender a escuchar no solo a los animales, sino también a nuestro propio ser interior y a los demás. Podemos aprender a sanar nuestras propias heridas y a vivir de manera más consciente y compasiva. Así, contribuimos a la creación de una realidad más amorosa y equilibrada, donde todos los seres puedan florecer.
Forjarse en el desarrollo personal es un acto de amor propio y transformación. Al aceptar nuestras cicatrices y trabajar en nuestra sanación, no solo nos volvemos más fuertes y resilientes, sino que también podemos inspirar y ayudar a otros en su camino. La vida nos presenta desafíos, pero cada cicatriz es una oportunidad para embellecer nuestra historia y encontrar una mayor plenitud.
Espero que esta invitación les inspire a abrazar sus cicatrices, a ver la belleza en sus imperfecciones y a embarcarse en un viaje de desarrollo personal que les lleve a una vida más rica y auténtica.
Gracias por tu lectura y acompañamiento. Si este blog te inspira, déjamelo saber.
Con cariño, Any
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